¿Recuerda alguien el PIN de su DNI-electrónico, que no ha utilizado nunca?

03Dic08

red_seguridad1Leímos en Red Seguridad unas interesantes opiniones sobre la situación actual en todo lo referente al DNI Electrónico.

Participaban Jesús Romero, de Indra; Alfonso Berral, del MAP; Adrián Moure de Safelayer (mi patrocinador no me contó nada del evento); Arjan Sundardas, del Servicio de Certificación de los Registradores (SCR); Alfonso Calvo, de Telefónica; Benjamín Crespo, de Siemens Enterprise; José Luis Roldán, de Software AG; y Rames Sarwat, de Smart Access.

Adrián Moure arrancó con comentario bastante crítico: «En este momento, hay que conseguir que la industria realice aplicaciones para el DNIe y, en esta primera fase, diferenciar cuándo una aplicación necesita un certificado de firma o cuándo necesita un certificado de autenticación, para evitar que la decisión la tome exclusivamente el usuario y que, de alguna forma, se le ayude a tomar esa decisión».

Pero un comentario de Rames Sarwat me dejó bastante sorprendido:«Hace unas semanas, un cliente me explicaba que habían hecho una encuesta, en la que llegaron a la conclusión de que solo un tres por ciento de los ciudadanos que tienen DNIe, hoy por hoy, conocían su PIN. Lo que significaba que de los cinco millones de documentos electrónicos que existen actualmente solo una pequeñísima parte era consciente de cómo utilizarlo de forma electrónica. Esto, sin duda, denota una brecha que, entre todos, debemos cerrar».

Arjan Sundardas, por su parte, ahondó más en el problema: comentó que su preocupación no está en que el tres por ciento de los ciudadanos con DNIe no conozcan su clave, sino en «cuántos lo han usado alguna vez, porque quizá estamos hablando del 0,3 por ciento, y esto realmente es un problema».

Del 0,3 al 3 por ciento. La carrera no es muy larga, y queda verdaderamente un extenso trecho por andar. La pregunta es si las empresas y la administración, en medio de esta crisis sin parangón que nos sacude, tendrán medios o voluntad política suficiente para que estas cifras aumenten.

Permítanme, por esta vez, callar mi percepción.